Chef Santiago Lastra recibe estrella Michelin por su restaurante KOL.

El chef mexicano Santiago Lastra - ex alumno de nuestra institución - ha logrado un hito que trascenderá su legado culinario: acaba de ganar una estrella Michelin con su restaurante KOL, de alta cocina mexicana, localizado en la legendaria ciudad de Londres.

“‘Alma mexicana, ingredientes británicos’ es el lema de este gran restaurante que demuestra una combinación única y estimulante. El ingenioso y talentoso equipo toma recetas arraigadas en la tradición de varias regiones de México a las que agrega su propia creatividad, mientras utiliza productos de primera calidad de las Islas Británicas. Esto da como resultado un menú variado e imaginativo de platos coloridos y vibrantes que te cautivarán desde el primer bocado hasta el último”, fue la opinión con la que el premio francés otorgó el reconocimiento al mexicano.

Aunque corta, la de este mexicano no ha sido una travesía fácil. Partiendo del hecho que abrió este restaurante en pleno estallido de la pandemia del COVID-19, en los primeros meses de 2020. Su talento, perseverancia y 15 años de trayectoria le ayudaron a superar los obstáculos que esto le podía suponer y llegar a donde ahora mismo está.

El regreso a clases: Lo desconocido de un viejo conocido.

La crisis de COVID-19 nos ha colocado en un crisol de situaciones. Para quienes laboramos en el ambiente educativo ha sido un cambio vertiginoso que no ha estado exento de nuevos aprendizajes, frustraciones y áreas de oportunidad. El implementar clases en línea nos guardó en la casa, la cámara se convirtió en una ventana abierta directo a las recámaras, salas, comedores y cocinas del alumnado y profesores; escuchamos nuevos ecosistemas sonoros con hermanitos, licuadoras, automóviles, la campana de la basura o el clásico “se compran colchones….”. El mundo académico se llenó de tecnicismos, compartimos pantalla, utilizamos plataformas, juegos en línea, entendimos de la demora del sonido y nuestros temores de una cámara en falso o de un corte de energía se volvieron latentes durante las evaluaciones. Estos tiempos han estado llenos de aprendizajes y reacomodos: cambios de estrategias, actividades lúdicas, herramientas nuevas, capacitación constante.

Hace ya más de un año que nos adentramos en el mundo de la era digital y los profesores -desde los más jóvenes hasta los más veteranos- nos sentamos frente al computador, revolucionados por la tecnología. Hace años, nos parecían curiosos los textos del Decamerón de Boccaccio enrolados en un estoicismo que no dista mucho de nuestra labor actual en las redes sociales, jugando al candy-crush, compartiendo memes o haciendo tik-toksnuestros pequeños “gozos” durante una pandemia. Hoy tenemos la noción  de ello y a su vez, el entendimiento de que una época genera múltiples visiones y posturas en medio de un contexto globalizado con cargas altermundistas y situaciones que continúan con la cotidianeidad.

Aprendimos (o nos resignamos) poco a poco el camino de la educación virtual a tal grado que han surgido voces que llaman a un modelo híbrido no para un regreso progresivo, sino para una transformación educativa sustanciosa. Recientemente se ha anunciado la apertura de las escuelas en algunos Estados de la República ¿Deberíamos tomar alguna postura a favor o en contra? En realidad el hecho es más complejo de lo que parece: algunos fuimos beneficiados con plataformas y capacitaciones, pero hay que entender que en nuestro diverso contexto hay voces que colocan posturas bastante argumentadas. 

Mario Rangel es un maestro de música de una escuela pública de la comunidad de Atlacholoaya, la vez que le pregunté si considera necesaria la vuelta a los colegios, me contestó con un rotundo: “Sí” Y prosiguió: “Los alumnos no tienen acceso a internet y muchos ni siquiera a la televisión.” La labor de educar a la distancia se ha vuelto titánica, acudiendo a casas, tocando puertas, esperando abonar a la labor que otrora se presentaba, si no bien idónea, al menos favorable. 

La SEP ha anunciado que para el regreso será necesario la Instalación de Comités Participativos de Salud Escolar que apoyen garantizando el acceso a agua y jabón, gel, cuidado a las maestras y maestros en grupos de riesgo, el uso de cubrebocas obligatorio, sana distancia, detección temprana de casos de COVID-19 y apoyo social y emocional para maestros y estudiantes. Sin duda será un proceso lento y complejo, lleno de aprendizajes y resignificaciones, habrá quienes podrán lograrlo en menor tiempo, otros con mayores dificultades, pero a fin de cuentas la educación como un sistema de mejora en las condiciones y desarrollo humano sigue siendo una promesa a la que nos continuamos abrazando.

Regresar a las aulas nos genera expectativa, pero también nos la generó el entrar a un sistema en línea, desde esta perspectiva parece que hemos resultado adaptables a cada una de las situaciones que se han presentado, desde adentrarnos al mundo digital, hasta entender una pandemia. Las instituciones educativas deberán apegarse a estrictas reglamentaciones, sin embargo, será una prueba de fuego y oportunidad para escuchar múltiples voces. Plantearnos realmente: ¿Deberían regresar los niveles medio superior y superior? ¿Los niños deberían tener mayores cuidados y restricciones? La participación de la comunidad educativa será clave para generar medidas adecuadas y un funcionamiento factible.

Ojalá que después de esta crisis podamos tener un replanteamiento de nuestro sistema educativo y las herramientas que pueden estar a nuestro alcance, ya que en la mayoría de los casos las desconocemos. Lo desconocido nos genera dudas, aunque quizás nos encontremos con un viejo conocido que nos pone algunas restricciones a las cuales nos acostumbraremos a la vuelta de la esquina. 

 

Omar Martínez Morales

Es músico e historiador. Docente de ciencias sociales en el Colegio Morelos de Cuernavaca.

Ómicron

La nueva variante del coronavirus es la responsable de la cuarta ola de la pandemia y ya está́ causando un número importante de infecciones y hospitalizaciones. Aunque se espera que el número de muertes sea menor que el de las ocasionadas por la variante delta durante la tercera ola, su impacto dependerá́ de nuestro comportamiento social.

Una de las propiedades más alarmantes de ómicron es la rapidez con la que se propaga; de hecho, lo hace tres veces más eficientemente que delta.

El flagelo de ómicron es inevitable, pero es posible tomar una serie de medidas para reducir el daño que pueda causarnos, varios estudios indican que la vacunación completa más una vacuna de refuerzo proporciona una fuerte protección contra la infección por la variante ómicron; Los cubrebocas de tela no son suficientes para prevenir el contagio de esta variante, lo mejor es usar uno de alta calidad (de triple capa o KN95); lavarse las manos frecuentemente; usar el gel antibacterial y evitar los sitios concurridos sobre todo si están mal ventilados. 

Los síntomas que causa la variante ómicron son muy parecidos a los de un catarro habitual: dolor de cabeza, mucosidad, tos y cansancio general.

Hace dos años se confirmó el primer caso de COVID en México.

Hoy es un buen día para hacer un recuento personal, familiar y nacional de  estos 2 años de miedos, incertidumbre, encierro e  introspección.

  • Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus, Variante ómicron: lo que debes saber, UNAM: https://covid19comision.unam.mx
  • Organización Mundial de la Salud, Situación actual relativa a la variante ómicron: www.who.int/es/news/item/28-11-2021-update-on-omicron
  • Macías, Alejandro, “¿Cuánto durará la variante ómicron?”: >https://m.facebook. com/doctormacias/videos/cuanto-durara-la-variante-ómicron/900343920637074/
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